No hay nada más rico que unas recién horneadas magdalenas, ya sólo el olor que dejan es increíble, pero cuando las pruebas ya es lo más de lo más.
Para desayunar, merendar, cenar o de postre, siempre son las reinas.
ingredientes:
210 gr. de harina
60 gr. de leche
3 huevos
Ralladura de 1 naranja
1 sobre de levadura
175gr. de azúcar
195 ml de aceite de girasol
1 pizca de sal
Elaboración:
En un bol colocamos los huevos y con las varillas los batimos un poco, incorporamos el azúcar y batimos hasta blanquear unos 7 minuos aprox.
Añadimos los líquidos y la ralladura de naranja y seguimos batiendo.
Agregamos la harina ya tamizada y mezclada con la levadura y la sal y mezclamos con movimientos envolventes hasta que esté todos los ingredientes totalmente integrados. Lo metemos en la nevera como mínimo dos horas.
Precalentamos el horno a 200 grados.
Con la ayuda de una cuchara para helado, se rellenan las 3/4 partes de cada cestillo de papel y en cada una de éstas, espolvoreamos un poco de azúcar en el medio de la masa de cada magdalena. Bajamos el horno a 180 grados y dejamos hornear entre 12 0 15 minutos.
Te cuento un secreto:
He colocado las magdalenas en los cestillos pero en una fuente especial para éstas. Si no tienes esa bandeja te recomiendo que utilices dos cestillos de papel para cada magdalena pues así no perderán su forma
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